Las demencias, una enfermedad terriblemente discapacitante.

En nuestra sociedad, las demencias, se clasifican como un grave problema en el área de la salud, no sólo por su aumento sino por la gran discapacidad que generan al paciente.
El aumento de la esperanza de vida hace que este tipo de dolencia, aumente debido a su directa relación con la edad del que la padece. La demencia es un síndrome que entendemos como el declinar de las funciones superiores, entre ellas la memoria, además suelen aparecer síntomas como alteraciones psicológicas y del comportamiento, produciendo al paciente una discapacidad progresiva que impide realizar vida normal.




El deterioro cognitivo es el componente básico para detectar a los individuos con demencia o sin ella. Existen diferentes tipos de demencias: 

  1. Degenerativas o primarias:
      • De predominio cortical: Enfermedad de Alzheimer. 
      • De predominio subcortical: Enfermedad de Parkinson-Demencia.
  2. Vasculares:
      • Demencia multiinfarto.
      • Demencia hemorrágica.
  3. Secundarias.

Con frecuencia el delirium y la depresión se superponen a la demencia, hay que saber identificarlo y diferenciarlo. Resulta esencial identificar el tipo de demencia con un diagnóstico adecuado, para poder establecer el tratamiento, evolución y pronóstico del paciente.

Siempre que se habla de demencias, la población en general  piensa en el Alzheimer como la demencia más habitual. 

 
Actualmente, la población de los países occidentales cuenta con un factor de riesgo en aumento, el síndrome metabólico (obesidad, HTA, hiperglucemia en ayunas, hipertrigliceridemia y bajos niveles de HDL colesterol en sangre). Este factor de riesgo hace que tengamos que tomar conciencia con otro tipo de demencia, la demencia vascular.




La demencia vascular es la 2ª causa más frecuente de demencia, asociada en porcentaje al Alzheimer.

Su prevalencia ha aumentado con el envejecimiento de la población, los factores de riesgo que supone el síndrome metabólico y los hábitos de vida de la sociedad de hoy en día.

La prevención  en este tipo de demencia es fundamental, el tener controlado los factores de riesgo (HTA, elevados niveles de colesterol, diabetes…etc.) y el estilo de vida (evitando el tabaquismo, alcoholismo, llevando a cabo la práctica habitual de ejercicio, una dieta equilibrada…etc.) ayudan a conseguirla.





Recordemos que:

“Lo que es bueno para el corazón, es bueno para el cerebro”.


Así pues, estamos a tiempo de iniciar o reforzar un estilo de vida saludable para el cerebro.

Bibliografía:
Sánchez E. El riesgo cardiovascular en el desarrollo y prevención de Alzheimer y otras demencias. ¿Quién le teme a Alois Alzheimer? Encuentro 2009; 84: 99-101. Disponible en:

Lopes R, Moldes P, Pinto A, fernández L. Caso de demência vascular. Psicogeriatría 2011; 3 (1): 45-49. Disponible en: http://www.viguera.com/sepg/pdf/revista/0301/PSICO_0301_045_NC_2610029_Lopes.pdf

Tratado de Geriatría para residentes. Madrid: Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. De Gil P, Martín J. Demencia. Disponible en: http://www.segg.es/download.asp?file=/tratadogeriatria/PDF/S35-05%2017_II.pdf




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